FORMACIÓN DE PAREJAS EN EL
LANCASHIRE
Franco Dolza
Transmito estas breves notas, que son más el resultado de la experiencia
y de anotaciones estadísticas que de evaluaciones genéticas.
De hecho, sabemos
cómo, en la mayoría de los casos, para los criadores, es preferible elegir a
los reproductores por el aspecto morfológico (aspecto externo) que por valores genéticos,
mucho más inciertos y variables debido a la escasa propensión que todos tenemos
para mantener actualizado el "registro" de cría con indicación de los
méritos y defectos de los ejemplares, los méritos y los defectos que pueden
volver a surgir genéticamente después de años, factores "recesivos"
que no siempre aparecen en la primera generación de jóvenes.
No hay duda de que
crear un buen plantel es la aspiración de todos los criadores, pero para
hacerlo necesitamos adoptar un registro de cría que durante generaciones
resalte los "caracteres" de los sujetos, a saber:
Aspectos morfológicos:
plumaje largo / corto / fino / áspero - cabeza redonda / plana / ancha /
estrecha - cuello largo / corto - patas largas / cortas
Aspectos
fisiológicos: fertilidad - precocidad en el destete - postura.
Aspectos
biológicos: sano - robusto - grácil - pequeño - grande.
Aspectos
patológicos: predisposición a enfermedades y malformaciones - ceguera - muerte
embrionaria alta - infertilidad ...
Se debe seguir una selección drástica y prolongada, eliminando
los ejemplares que no cumplen con las normas establecidas en el estándar o con
problemas de salud.
Todo
esto no es para mí, de hecho, no tengo ninguna intención de convertir un
pasatiempo agradable en un trabajo drástico de selección.
Entonces
en la formación de mis parejas he estado siguiendo durante años un procedimiento
intermedio, una mezcla genética-morfológica que me está dando los resultados
deseados.
Antes
que nada, debemos tener siempre en cuenta los siguientes tres puntos:
1.
- Moña: factor
"dominante" respecto a la cabeza lisa que es homocigoto recesivo con
respecto a la moña
2.
- Blanco: para las razas
"inglesas", el blanco es solo dominante, no creo que el factor blanco
recesivo haya sido introducido todavía.
3.
– Transmisión a la descendencia:
algunos escritores (Veerkamp, De Baseggio ...) han publicado estadísticas
sobre la transmisión de ciertas características a la descendencia en una
proporción que oscila entre el 70-90%. En mis años de experiencia he podido
verificar su exactitud.
El macho transmite, sobre todo:
- Tamaño.
- Color.
- calidad del plumaje.
- postura.
La hembra transmite, sobre todo:
- tipo.
- cabeza.
- forma.
-
constitución.
Basándome en lo anterior, paso a explicar
la forma de hacer las parejas para la cría.
Los machos los escojo:
- De buen tamaño.
- De color blanco si deseo tener un predominio de blancos en la
descendencia o viceversa si lo que quiero son amarillos, tal como muestran los
índices de transmisibilidad para el macho a los que me he referido
anteriormente.
- Con moña.
- Con plumaje de calidad. Si es amarillo rico en lipocromo. Mejor
si es intenso (muy raro).
- Con una buena posición erguida y no estático.
Las hembras las escojo:
-
De tamaño algo más reducido,
posiblemente de más de un año de edad, pues suelen criar mejor.
-
Con cabeza lisa para que vea mejor
cuando empieza a criar a los pollos y que no se manche con la pasta, fruta,
verdura. Si se utiliza con moña se debe recortar por encima del pico y los
ojos.
-
Forma excelente, con buena separación
del cuello.
-
Salud irreprochable. Buena viveza.
Como se puede ver siempre tengo
presentes los índices de transmisibilidad anteriores, utilizando reproductores
que tengan las buenas características que muy probablemente transmitirán a la
descendencia.
Si tengo que escoger algún ejemplar que
tenga manchas en la moña procuro que sea una hembra blanca. Si la cabeza tiene
una buena conformación sus hijos heredarán esa característica y en parte el
dominio del blanco. No hay certeza acerca de los resultados, pero al menos tenemos
buenas posibilidades de éxito.
Una cosa que nunca me cansaré de
repetir es evitar corregir el defecto de uno de los padres con el defecto
contrario del otro. Lo ideal es emparejar mejor x mejor. Si uno de los padres
tiene la cola levantada tipo York no hay que juntarle con otro que la tenga
demasiado caída. Así no se elimina el defecto pues los hijos saldrán con ambos
defectos.
Lo mismo cabe aplicar para cabeza
pequeña / cabeza grande – patas largas / patas cortas – pecho alto / pecho
bajo.
El equilibrio en la pareja respecto a
la calidad del plumaje es decisivo: largo, suelto y opaco x corto, brillante y
rico en lipocromo. Para hacer esto bien hay que ser un buen conocedor de la
pluma (ver artículos en mis blogs sobre los tipos de plumaje).
Las moñas verdes al nacer, se
convierten con el paso de los días en moñas más o menos moteadas, y eso no es
un problema. La selección debe apuntar al unicolor, de lo contrario la moña
moteada, aunque esporádica, se convierte en un factor dominante de ese plantel y
la mancha verde se puede ir extendiendo más allá de la moña y eso se repetirá
en la descendencia. En los criaderos grandes hay aficionados que tienen pájaros
manchados, que, aunque son inútiles para las exposiciones, son muy valiosos
como reproductores para conservar la calidad de la pluma.
Una última advertencia. El Lancashire, entre las razas grandes,
es indudablemente el mejor criador; macho y hembra se alternan maravillosamente
en los cuidados de la descendencia. Si
algunas hembras, especialmente las más jóvenes, no lo hacen, consérvelas para
la reproducción del año siguiente. No recurrir a las nodrizas para sacar a los
pollos. Terminarían como los Crest, Norwich, York, Gould, etc. Aves que casi
han perdido sus habilidades como criadores.
Esto se debe hacer para la preservación y perfección de una raza que había
desaparecido y que con gran sacrificio ha sido "recreada".
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