sábado, 21 de noviembre de 2015

LANCASHIRE: FORMACIÓN DE LAS PAREJAS
Sabemos que en la mayoría de los casos es preferible elegir a los reproductores  por sus cualidades morfológicas (aspecto externo) que por sus cualidades genéticas, ya que éstas son mucho más inciertas por la reticencia que tenemos a anotar todos los datos, tanto cualidades como defectos, que se pueden presentar después de varios años  algunos caracteres recesivos que no siempre aparecen en la primera generación de jóvenes y que han estado latentes durante mucho tiempo.
         Crear un buen tronco o estirpe de canarios es a lo que todo criador aspira, pero para conseguirlo es necesario llevar un registro durante varias generaciones sobre los siguientes aspectos.:


         Aspectos morfológicos: Plumaje: largo / corto / suave /duro. - Cabeza: redondeada / aplastada / larga / estrecha - Cuello: largo/ corto - Patas: largas / cortas.
         Aspectos fisiológicos: Fertilidad - Precocidad en salir del nido y comer solos - Posición.
         Aspectos biológicos: sano – robusto – débil – pequeño – grande.
         Aspectos patológicos: predisposición a las enfermedades – ceguera – elevada mortalidad de los embriones – infecundidad.
         Se debe seguir una selección rigurosa y prolongada, eliminando los ejemplares que no se ajusten al estándar o con problemas de salud.
         Para formar mis parejas sigo un procedimiento intermedio, una mezcla genetico – morfológica que me da buenos resultados.
         Antes de nada hay que tener en cuenta los siguientes tres puntos:
1)   La moña es un factor dominantes sobre la cabeza lisa, que es homocigota recesiva.
2)   El blanco es blanco dominante. No creo que se haya introducido en el Lancashire el blanco recesivo.
3)   Transmisibilidad a los hijos. Varios escritores (Veerkamp, De Baseggio...) han publicado estadísticas de ciertos rasgos que se transmiten entre un 70 y 90% a los hijos, y que con los años he podido comprobar su fiabilidad.
El macho transmite: tamaño – color – calidad del plumaje y posición.
La hembra transmite: tipo – cabeza – forma y constitución.



         En base a lo que se acaba de decir formo las parejas escogiendo:
         Macho.
-      De buena talla.
-      Color blanco si quiero que predomine este color o amarillo si quiero que predomine éste.
-      Con moña.
-      Con plumaje bien colocado y ordenado. Rico en lipocromo y si es posible intenso o semintenso (bastante raros).
-      Buena posición y no inmóvil o muy quieto.
Hembra.
-      Talla más pequeña. Si es posible de sobreaño y que sea buena reproductora.
-      Color cálido y brillante.
-      Cabeza lisas para que vea mejor a la hora de dar de comer a los pequeños. Si se utiliza una hembra con moña  debe recortarse sobre el pico y los ojos.
-      Magnífica forma con un cuello bien destacado.
-      Óptimo estado de salud y buena vivacidad.
Como se puede observar, siempre tengo en cuenta los indices de transmisibilidad expuestos anteriormente y utilizo reproductores con buenas características que con mucha probabilidad transmitirán a su descendencia.
Algo que siempre hay que evitar es el acoplamiento de dos ejemplares con el defecto opuesto. Emparejar un macho de cola muy levantada con una hembra de cola caída es un error, ya que sus hijos presentarán los dos defectos de forma más o menos clara. Lo ideal es emparejar siempre el mejor con el mejor, un macho perfecto con una hembra también perfecta. Como esto no siempre es posible hay que compensar el defecto de uno con la cualidad de otro. Un progenitor con la cabeza muy grande hay que echarle con otro que tenga una cabeza de proporciones y formas perfectas. Lo dicho vale igualmente para patas largas / patas cortas; pecho alto / pecho bajo.
Importantísimo es buscar el equilibrio del plumaje: largo – corto, pero aquí solo vale tener el ojo necesario para conocer bien las plumas y sus características.

El Lancashire es la raza de gran talla que mejor cría; el macho y la hembra contribuyen a alimentar a los polluelos. Si alguna hembra, especialmente joven, no cría bien, reservarla para la reproducción al año siguiente. No hay que recurrir a nodrizas como el Crest, Norwich, York... razas que casi han perdido sus cualidades para criar.
La moña verde o manchada no es un problema a la hora de concursar, pero la selección hay que dirigirla a los canarios unicolores, pues aunque solo esté manchada la moña esta mancha se convierte en un factor dominante en nuestro tronco, y posiblemente empezarán a aparecer manchas en nuestros canarios. No obstante hay que decir que hay criadores que tienen ejemplares manchados para mejorar y conservar la calidad del plumaje, pero esto solo se debe hacer si el número de parejas con el que criamos es grande.