SOBRE EL CANARIO GLOSTER
2ª PARTE
Para obtener un
canario que posea el justo equilibrio entre la forma del cuerpo, la cabeza y la
longitud, hay que proceder a una atenta selección del tipo de plumaje. Si el
acoplamiento clásico es intenso por nevado, hay que recordar que los Gloster,
como cualquier otra raza, presentan una
gran amplitud y variedad de plumajes: hay ejemplares semiintensos o seminevados
(lo mismo da decirlo de una manera que de otra, pues siempre se trata de
canarios con un plumaje intermedio), intensos, doble intensos, nevados y doble
nevados. Normalmente, el uso de canarios intensos garantiza un plumaje ordenado
y bien colocado además de un color más rico y disminuye la talla o la mantiene;
también contribuye a la compostura del plumaje,
a la suavidad del plumaje de los nevados y alarga la redondez del cuerpo
al apretar el plumaje. De hecho, los
canarios intensos, como suelen tener un
plumaje más corto, brillante y con mayor cantidad de lipocromo, son útiles no
sólo para contener la longitud de las plumas, sino también para refinar la
compostura y la suavidad del plumaje del nevado, aunque este último, sin
embargo, presenta de un modo más claro todos los caracteres típicos de la raza.
Muchos criadores,
con el fin de lograr un equilibrio entre todas las características de la raza
que se han mencionado, realizan cruzamientos que podemos definir de poco
ortodoxos, como entre un nevado y un semiintensivo, o entre dos nevados que tengan
un plumaje intermedio, sin flancos
abultados ni plumaje abierto, y con un color del lipocromo rico. Con este tipo
de cruzamientos los resultados pueden
ser excelentes.
Otros canaricultores
prefieren los emparejamientos de ejemplares de pluma larga y suave con
ejemplares de pluma corta y dura, independientemente de que sean nevados o
intensos, y sin dar demasiada importancia al color. Por el contrario, otros
aficionados afirman que es necesario utilizar todas las variedades de color ,
verde, Isabela o bruno, amarillo y pintado: cada una de estas variedades de color
contribuyen de forma diferente a originar un plumaje suave, bien colocado y
brillante, requisitos indispensables para que el canario pueda manifestar al
máximo una armoniosa redondez y una forma compacta y completa.
De todo lo dicho se
deduce que la selección del plumaje, o mejor del Gloster en su conjunto, es un
trabajo arduo, tanto que se necesitan varios años de medidas y emparejamientos cuidadosos para
llegar, si se trabaja bien, a resultados satisfactorios. Nosotros creemos que
siempre es preferible el emparejamiento de intenso con nevado, poniendo también
particular atención a la estructura de la pluma: lo ideal es que entre las dos
la pluma sea corta y suave, aunque no puedan ser iguales ni propiamente intensa
y nevada. Desaconsejamos el emparejamiento entre nevados de pluma larga y
grande ya que origina un aumento de la talla; contribuye a dar una moña
demasiado grande que cubre los ojos y el pico;
produce cejas muy señaladas y reduce la intensidad del lipocromo,
originando un plumaje opaco, descolorido y mal colocado.
La moña debe ser
redonda, de diámetro proporcionado al cuerpo pero otros consideran que las
dimensiones deber ser proporcionadas al cuello y a la espalda, estando todo en
perfecto equilibrio.
El
contorno de la corona debe estar perfectamente definido, las plumas anchas y
cayendo en forma de sombrilla o paraguas. La moña debe terminar con una línea
bien definida y perfectamente horizontal, a mitad del ojo y dejar entrever la
mitad del pico.
El centro
de la moña debe ser pequeño y colocado en el centro del cráneo en el lugar más
alto; debe estar bien definido y ser perfectamente redondo y de él deben partir
las plumas como los radios de una rueda perfectamente contrapuestos.
Hay que
considerar como defectos graves: una moña interrumpida o con cuernecillos; una
moña demasiado grande que cubra los ojos y el pico; una moña no bien definida,
pequeña o plana; una moña con el centro demasiado grande, no bien definido o
que no está colocado en el centro.
Volviendo
a la selección de los ejemplares lo más próximos posible al estándar de
perfección, insisto en su importancia. Antes de hacer la pareja se debe evaluar
en los ejemplares melánicos el tipo de diseño y que estén presentes las estrías
en la espalda, en los flancos y con marcas en las alas y en la colar. Hay que
recordar que en los intensos las estrías son más estrechas y que las de los
flancos son mayores en las hembras. En los ejemplares verdes, evaluaremos las
estrías de la espalda: si están bien definidas y son paralelas entre sí eso
significa un plumaje bien compuesto. Los ejemplares con más oxidación (con
marcas más oscuras) y los que tienen mucho lipocromo normalmente tienen una
pluma más corta y más dura.
Como
norma no se deben emparejar entre sí canarios oxidados y canarios diluidos,
aunque este axioma no siempre se observa al pie de la letra: lo verdaderamente
importante es mirar con atención la estructura de las plumas. La variedad
ardesia (fondo blanco) y la verde (y los respectivos pintados) son tal vez en
los Gloster que tiene mayor tipicidad, y siempre es más frecuente admirar en
estos ejemplares una buena redondez y moñas muy bellas. Los brunos e isabelas, que normalmente tienen
un plumaje suave se pueden utilizar emparejándolos con ejemplares intenso y de
plumaje rico en lipocromo. El emparejamiento más adecuado para los brunos e
isabelas es con los manchados o pintados de amarillo.