miércoles, 19 de febrero de 2014

SOBRE EL CANARIO GLOSTER
2ª PARTE

Para obtener un canario que posea el justo equilibrio entre la forma del cuerpo, la cabeza y la longitud, hay que proceder a una atenta selección del tipo de plumaje. Si el acoplamiento clásico es intenso por nevado, hay que recordar que los Gloster, como cualquier otra raza,  presentan una gran amplitud y variedad de plumajes: hay ejemplares semiintensos o seminevados (lo mismo da decirlo de una manera que de otra, pues siempre se trata de canarios con un plumaje intermedio), intensos, doble intensos, nevados y doble nevados. Normalmente, el uso de canarios intensos garantiza un plumaje ordenado y bien colocado además de un color más rico y disminuye la talla o la mantiene; también contribuye a la compostura del plumaje,  a la suavidad del plumaje de los nevados y alarga la redondez del cuerpo al apretar el plumaje.  De hecho, los canarios intensos, como  suelen tener un plumaje más corto, brillante y con mayor cantidad de lipocromo, son útiles no sólo para contener la longitud de las plumas, sino también para refinar la compostura y la suavidad del plumaje del nevado, aunque este último, sin embargo, presenta de un modo más claro todos los caracteres típicos de la raza.
Muchos criadores, con el fin de lograr un equilibrio entre todas las características de la raza que se han mencionado, realizan cruzamientos que podemos definir de poco ortodoxos, como entre un nevado y un semiintensivo, o entre dos nevados que tengan  un plumaje intermedio, sin flancos abultados ni plumaje abierto, y con un color del lipocromo rico. Con este tipo de cruzamientos  los resultados pueden ser excelentes.
Otros canaricultores prefieren los emparejamientos de ejemplares de pluma larga y suave con ejemplares de pluma corta y dura, independientemente de que sean nevados o intensos, y sin dar demasiada importancia al color. Por el contrario, otros aficionados afirman que es necesario utilizar todas las variedades de color , verde, Isabela o bruno, amarillo y pintado: cada una de estas variedades de color contribuyen de forma diferente a originar un plumaje suave, bien colocado y brillante, requisitos indispensables para que el canario pueda manifestar al máximo una armoniosa redondez y una forma compacta y completa.
De todo lo dicho se deduce que la selección del plumaje, o mejor del Gloster en su conjunto, es un trabajo arduo, tanto que se necesitan varios años  de medidas y emparejamientos cuidadosos para llegar, si se trabaja bien, a resultados satisfactorios. Nosotros creemos que siempre es preferible el emparejamiento de intenso con nevado, poniendo también particular atención a la estructura de la pluma: lo ideal es que entre las dos la pluma sea corta y suave, aunque no puedan ser iguales ni propiamente intensa y nevada. Desaconsejamos el emparejamiento entre nevados de pluma larga y grande ya que origina un aumento de la talla; contribuye a dar una moña demasiado grande que cubre los ojos y el pico;  produce cejas muy señaladas y reduce la intensidad del lipocromo, originando un plumaje opaco, descolorido y mal colocado.
La moña debe ser redonda, de diámetro proporcionado al cuerpo pero otros consideran que las dimensiones deber ser proporcionadas al cuello y a la espalda, estando todo en perfecto equilibrio.


 El contorno de la corona debe estar perfectamente definido, las plumas anchas y cayendo en forma de sombrilla o paraguas. La moña debe terminar con una línea bien definida y perfectamente horizontal, a mitad del ojo y dejar entrever la mitad del pico. 


 El centro de la moña debe ser pequeño y colocado en el centro del cráneo en el lugar más alto; debe estar bien definido y ser perfectamente redondo y de él deben partir las plumas como los radios de una rueda perfectamente contrapuestos. 


 Hay que considerar como defectos graves: una moña interrumpida o con cuernecillos; una moña demasiado grande que cubra los ojos y el pico; una moña no bien definida, pequeña o plana; una moña con el centro demasiado grande, no bien definido o que no está colocado en el centro.
Volviendo a la selección de los ejemplares lo más próximos posible al estándar de perfección, insisto en su importancia. Antes de hacer la pareja se debe evaluar en los ejemplares melánicos el tipo de diseño y que estén presentes las estrías en la espalda, en los flancos y con marcas en las alas y en la colar. Hay que recordar que en los intensos las estrías son más estrechas y que las de los flancos son mayores en las hembras. En los ejemplares verdes, evaluaremos las estrías de la espalda: si están bien definidas y son paralelas entre sí eso significa un plumaje bien compuesto. Los ejemplares con más oxidación (con marcas más oscuras) y los que tienen mucho lipocromo normalmente tienen una pluma más corta y más dura.
 Como norma no se deben emparejar entre sí canarios oxidados y canarios diluidos, aunque este axioma no siempre se observa al pie de la letra: lo verdaderamente importante es mirar con atención la estructura de las plumas. La variedad ardesia (fondo blanco) y la verde (y los respectivos pintados) son tal vez en los Gloster que tiene mayor tipicidad, y siempre es más frecuente admirar en estos ejemplares una buena redondez y moñas muy bellas.  Los brunos e isabelas, que normalmente tienen un plumaje suave se pueden utilizar emparejándolos con ejemplares intenso y de plumaje rico en lipocromo. El emparejamiento más adecuado para los brunos e isabelas es con los manchados o pintados de amarillo.