GENETICA DE LA MOÑA DE LAS AVES
Habiendo sido aprobado el canario Arlequín por la Comisión
Técnica de Canarios de Postura del Colegio Portugués de Jueces de Ornitología, esta
ave se presta a un estudio genético y propedeutico del fenómeno mutante al que llamamos
moña. Se encuentra envuelto en misterios y en mitos fundamentalmente en
relación al llamado factor letal. Entre muchas otras cuestiones que el fenómeno
levanta surge la pregunta: ¿por qué la moña es un factor letal y el rizo no?
ALGUNAS CONSIDERACIONES.
El primer hecho que nos ha llamado la atención es que no
existe en la Naturaleza ninguna moña con las características de las moñas de
los canarios, que como es sabido, tienen
un punto central de donde parten radialmente las plumas de la moña.
A este
hecho se suma otro no menos espectacular: las moñas de las aves cultivadas por
el hombre son todas de este tipo, canarios, bengalíes, diamantes
mandarines y periquitos ondulados poseen
moñas de la forma antes referida. Podemos que existen ligeras alteraciones,
como es el caso de la moña del Lancashire, pero esas excepciones son de poca
monta en relación a nuestro estudio.
De estos hechos surgen algunas cuestiones importantes: ¿en
qué consiste la moña de los canarios?
Desde el punto de vista morfológico es fácil responder a
esta cuestión ya a que todos sabemos como puede presentarse. Todos los
criadores saben que en cuanto no tiene la forma regular descrita anteriormente
es defectuosa. Decimos defectuosa porque no obedece a los cánones establecidos.
Desde un punto de vista microscópico e histológico está
constituida por un remolino de plumas que emergen oblicuamente en relación a la
superficie de la piel. Es lo mismo que ocurre con el cabello humano: los
cabellos lisos emergen perpendicularmente a la superficie del cuero cabelludo y
los rizados emergen oblicuamente.
¿Pero qué hace surgir esta alteración en la dirección de las
plumas? Este es el problema. ¿Se trata de una variedad, o de una anomalía o de
una dolencia?
Está ampliamente divulgado el efecto letal del gen de la
moña. Interesa hacer un estudio serio para aclarar todas estas dudadas. La
mayoría de los libros aceptan la tradición de que cruzando moña con moña se
manifiesta el factor letal. Pero muchos escritores dicen que no tienen
experiencia personal y muchos criadores dicen lo mismo. Lo aceptan porque es
tradicional. Alvaro Rebelo refiere que hace varios años cruzó dos Gloster
corona porque no disponía de un consort para hacer la pareja. Nacieron aves de
moña irregular. También un criador de Setúbal refiere que juntó bengalíes con
moña con bengalíes con moña con buenos resultados. Se dice que el Lancashire
primitivo desapareció por causa de la moña, a demás de las dificultades de cría debidas al gran tamaño y a
las dificultades de las dos Guerras Mundiales que, como es sabido, casi también
hacen desaparecer el Lizard. A la moña se le echa la culpa de todo.
Decidí, por tanto, iniciar una investigación a partir de
cero, cruzando aves con moña con aves con moña: canarios, bengalíes, mandarines
y periquitos ondulados.
Lo que es más extraño es que este mismo efecto, resultado
del remolino de los cañones de las plumas, sea tenido como factor letal en la
moña y en los rizados, que tienen un origen semejante, no sea tenido como
letal.
Entretanto estudié algunas hipótesis teóricas debido al
hecho de disponer de una canaria que, cruzada con varios machos sin moña, sólo
me daba hijos con moña.
A partir de las leyes de Mendel, y dejando a un lado los
casos que nada dicen respecto a los que nos interesa, veamos las hipótesis.
Partimos de la hipótesis de aves con factor dominante, sin factor letal. Como
es sabido, las aves con fenotipo X pueden resultar:
1.- de dos progenitores X (homocigóticos)
2.- de un progenitor
X (dominante) y un progenitor Y (recesivo) (heterocigóticos)
Tenemos, por tanto, que un ave de fenotipo X puede resultar
del cruce de homocigóticos (caso 1) o del cruce de aves heterocigóticas (caso
2).
En el caso de existir un factor letal:
Generalmente se acepta que cruzando dos aves con factor
letal resulta:
·
25% de aves inviables (A).
·
50% de aves con fenotipo dominante, pero
heterocigóticas (B).
·
25% de aves con fenotipo recesivo (C).
A partir de estos conocimientos
podemos trabajar tanto con aves de fenotipo dominante como con aves de fenotipo
recesivo.
Así:
Cruzando B con B, obtenemos el
mismo esquema ya referido, de donde se seleccionan solo las aves B. Sólo que este cruce es diferente del
primero porque resulta de aves B con B. Repitiendo con los hijos y así
sucesivamente, vamos volviendo al fenotipo cada vez más aproximado desde el
punto de vista genotípico.
Cruzando C con C sólo podemos obtener aves C.
En el caso que nos interesa, que es el estudio de las moñas,
empezamos a cruzar, en 1999, al cruzamiento de aves de moña con moña de primera
generación (canarios, bengalíes, mandarines, periquitos). De los nacidos,
cruzaremos siempre, en futuras generaciones, moña con moña y sin moña con sin
moña.
Terminada la época de cría de los canarios podemos afirmar
lo siguiente:
De una pareja de canarios A
obtuvimos dos crías con el siguiente resultado:
1ª cría – 5 huevos de los que
nacieron 5 aves, 3 con moña y 2 sin moña.
2ª cría – 5 huevos de los que
nacieron 5 aves, 3 con moña y 2 sin moña.
De esta experiencia, que fue iniciada ya tarde en relación a
las crías de ese año, concluimos que todos los pájaros nacidos son vivaces,
sanos y sin deformidades. Entretanto aguardamos los resultados entre los
bengalíes y los mandarines y proseguiremos las experiencias con los canarios el
próximo año.
Original en portugués de Armando Moreno,
traducido por Angel
Rodríguez Cardeña.