jueves, 7 de febrero de 2013

 
 GENETICA DE LA MOÑA DE LAS AVES
 
        Habiendo sido aprobado el canario Arlequín por la Comisión Técnica de Canarios de Postura del Colegio Portugués de Jueces de Ornitología, esta ave se presta a un estudio genético y propedeutico del fenómeno mutante al que llamamos moña. Se encuentra envuelto en misterios y en mitos fundamentalmente en relación al llamado factor letal. Entre muchas otras cuestiones que el fenómeno levanta surge la pregunta: ¿por qué la moña es un factor letal  y el rizo no?

         ALGUNAS CONSIDERACIONES.
         El primer hecho que nos ha llamado la atención es que no existe en la Naturaleza ninguna moña con las características de las moñas de los canarios, que como es sabido,  tienen un punto central de donde parten radialmente las plumas de la moña.
 
 
 A este hecho se suma otro no menos espectacular: las moñas de las aves cultivadas por el hombre son todas de este tipo, canarios, bengalíes, diamantes mandarines  y periquitos ondulados poseen moñas de la forma antes referida. Podemos que existen ligeras alteraciones, como es el caso de la moña del Lancashire, pero esas excepciones son de poca monta en relación a nuestro estudio.

         De estos hechos surgen algunas cuestiones importantes: ¿en qué consiste la moña de los canarios?

         Desde el punto de vista morfológico es fácil responder a esta cuestión ya a que todos sabemos como puede presentarse. Todos los criadores saben que en cuanto no tiene la forma regular descrita anteriormente es defectuosa. Decimos defectuosa porque no obedece a los cánones establecidos.
 

         Desde un punto de vista microscópico e histológico está constituida por un remolino de plumas que emergen oblicuamente en relación a la superficie de la piel. Es lo mismo que ocurre con el cabello humano: los cabellos lisos emergen perpendicularmente a la superficie del cuero cabelludo y los rizados emergen oblicuamente.
 
         ¿Pero qué hace surgir esta alteración en la dirección de las plumas? Este es el problema. ¿Se trata de una variedad, o de una anomalía o de una dolencia?

         Está ampliamente divulgado el efecto letal del gen de la moña. Interesa hacer un estudio serio para aclarar todas estas dudadas. La mayoría de los libros aceptan la tradición de que cruzando moña con moña se manifiesta el factor letal. Pero muchos escritores dicen que no tienen experiencia personal y muchos criadores dicen lo mismo. Lo aceptan porque es tradicional. Alvaro Rebelo refiere que hace varios años cruzó dos Gloster corona porque no disponía de un consort para hacer la pareja. Nacieron aves de moña irregular. También un criador de Setúbal refiere que juntó bengalíes con moña con bengalíes con moña con buenos resultados. Se dice que el Lancashire primitivo desapareció por causa de la moña, a demás  de las dificultades de cría debidas al gran tamaño y a las dificultades de las dos Guerras Mundiales que, como es sabido, casi también hacen desaparecer el Lizard. A la moña se le echa la culpa de todo.


         Decidí, por tanto, iniciar una investigación a partir de cero, cruzando aves con moña con aves con moña: canarios, bengalíes, mandarines y periquitos ondulados.

         Lo que es más extraño es que este mismo efecto, resultado del remolino de los cañones de las plumas, sea tenido como factor letal en la moña y en los rizados, que tienen un origen semejante, no sea tenido como letal.

         Entretanto estudié algunas hipótesis teóricas debido al hecho de disponer de una canaria que, cruzada con varios machos sin moña, sólo me daba hijos con moña.
 

         A partir de las leyes de Mendel, y dejando a un lado los casos que nada dicen respecto a los que nos interesa, veamos las hipótesis. Partimos de la hipótesis de aves con factor dominante, sin factor letal. Como es sabido, las aves con fenotipo X pueden resultar:

         1.- de dos progenitores X (homocigóticos)

         2.- de un progenitor  X (dominante) y un progenitor Y (recesivo) (heterocigóticos)

         Tenemos, por tanto, que un ave de fenotipo X puede resultar del cruce de homocigóticos (caso 1) o del cruce de aves heterocigóticas (caso 2).

         En el caso de existir un factor letal:

         Generalmente se acepta que cruzando dos aves con factor letal resulta:

·        25% de aves inviables (A).

·        50% de aves con fenotipo dominante, pero heterocigóticas (B).

·        25% de aves con fenotipo recesivo (C).

A partir de estos conocimientos podemos trabajar tanto con aves de fenotipo dominante como con aves de fenotipo recesivo.

         Así:

Cruzando B con B, obtenemos el mismo esquema ya referido, de donde se seleccionan solo las aves B. Sólo que este cruce es diferente del primero porque resulta de aves B con B. Repitiendo con los hijos y así sucesivamente, vamos volviendo al fenotipo cada vez más aproximado desde el punto de vista genotípico.

         Cruzando C con C sólo podemos obtener aves C.

         En el caso que nos interesa, que es el estudio de las moñas, empezamos a cruzar, en 1999, al cruzamiento de aves de moña con moña de primera generación (canarios, bengalíes, mandarines, periquitos). De los nacidos, cruzaremos siempre, en futuras generaciones, moña con moña y sin moña con sin moña.

         Terminada la época de cría de los canarios podemos afirmar lo siguiente:

De una pareja de canarios A obtuvimos dos crías con el siguiente resultado:

1ª cría – 5 huevos de los que nacieron 5 aves, 3 con moña y 2 sin moña.

2ª cría – 5 huevos de los que nacieron 5 aves, 3 con moña y 2 sin moña.

 

         De esta experiencia, que fue iniciada ya tarde en relación a las crías de ese año, concluimos que todos los pájaros nacidos son vivaces, sanos y sin deformidades. Entretanto aguardamos los resultados entre los bengalíes y los mandarines y proseguiremos las experiencias con los canarios el próximo año. 

         Original en portugués de Armando Moreno,
 traducido por Angel Rodríguez Cardeña.